Había salido a la calle nuevamente a encontrarme con las aceras pobladas de otros que reflejaban pálidamente los misterios y arcanos que buscaba descifrar. Caminar por las calles como un transeúnte despistado que ha olvidado ya el esquema cinético de los brazos y las piernas, dejándose llevar por la verdad que acaba de descubrir, su verdad, aplicada únicamente a su caso particular, a su alma donde todo en sí es verdad. Devorar los olores que se mezclan como formando un gran aroma citadino; ¿a qué huelen las ciudades? ; ¿a qué huele Pereira?; ¿A místicos inciensos que han dejado tras de sí las señoras que entran en catarsis cuando recuerdan la muerte de Cristo?... ¿o a las hierbas que se han fumado en honor a otro dios más humano?... ¿A qué puede oler una ciudad?...
Las nuevas preguntas que surgen, preguntas que no son preguntas, sólo una búsqueda de soluciones generadas a partir de una visión, o un olor, o simplemente una necesidad; mirar libros apilados en las vitrinas para tener títulos qué recordar en la noche y jugar a trasponerlos unos con otros, formar las nuevas novelas de la vanguardia colombiana:
“Cien años de los tiempos del cólera” o algo más pretencioso aún: “El general en su mala hora” y sentir que estoy creando patria y cambiando el rumbo de la historia nacional.
Por qué no llueve en esta ciudad.
¡Versículo musicalizado por!
Las nuevas preguntas que surgen, preguntas que no son preguntas, sólo una búsqueda de soluciones generadas a partir de una visión, o un olor, o simplemente una necesidad; mirar libros apilados en las vitrinas para tener títulos qué recordar en la noche y jugar a trasponerlos unos con otros, formar las nuevas novelas de la vanguardia colombiana:
“Cien años de los tiempos del cólera” o algo más pretencioso aún: “El general en su mala hora” y sentir que estoy creando patria y cambiando el rumbo de la historia nacional.
Por qué no llueve en esta ciudad.
¡Versículo musicalizado por!
- Coldplay - Fix you
- Coldplay - Everything's not lost
- Radiohead - Stop whispering
1 herejes se han manifestado:
Mi ciudad huele al ruido de los pobladores, a los ojos de doncellas que esperan en las ventanas de sus cuartos, a la voz del amante que se ha pérdido en una puesta de sol.
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