Carta Astral (Primera Entrega)

Despertó intranquila, exaltada por las imágenes que convergían en ese instante eterno. Sus ojos se extraviaban ante la luz que le penetraba el alma dejándola desnuda y desposeída de sí misma. Sus ropas revueltas por todo su cuerpo cubriendo únicamente el poco pudor que no se había consumido en la víspera. Intentaba vanamente enlazar las sensaciones oníricas que su piel ahora llevaba marcadas, buscando un rostro que resurgiera de entre los vestigios… fue inútil. Sólo recordaba un beso tímido que sintieron sus labios y del cual sólo quedaba la humedad en su sexo.


Sólo salió de su letargo cuando recordó que Arthur la esperaba para almorzar. Pensaba en alguna excusa para evitarlo, había despertado con la hermosa sensación de no desearlo más. Él había sido cómplice de sus eyaculaciones mentales, de su lujuria racional y su barbarie sexual. La había sonrojado alguna vez. Sólo le quedaba de él sus palabras maltrechas de orinal público, pero que igual se desvanecerían al abrir la llave hecatómbica de la indiferencia.


Se vistió guardando el orden tácito de la esquizofrenia, una a una las prendas que cubrían su pecado iban formando la imagen de una mujer más adulta de lo que su vida la premiaba. Tenía la firme convicción de que el rigor la purificaría y la devolvería a un estado menos caótico pero más anárquico. Extrañaba ser esa niña en teoría que nunca logró ser, la irreverente y maquiavélica derrotada por las frases cortopunzantes que su padre le obsequiaba cuando la sentía tan lejana de sí misma. Sintió la necesidad innecesaria de llorar a gritos... nuevamente el reloj la trajo de vuelta.


Se deslizó por la avenida en busca de un destino que recorría sólo por un extraño brote de piedad en su ser. No entendía muy bien qué buscaba en ese encuentro, tal vez no pensaba que fuera en encuentro en realidad sino una coincidencia espacio-temporal que se dejaba un poco al azar, le molestaba no poder vaticinar los resultados ni prever sus sensaciones y simplemente esperar un desenlace arbitrario en el que podría ser víctima o verdugo. Sus pies fueron allanando el terreno mientras ella divagaba una y otra vez y renegaba sobre su divagación. Era circularmente viciosa hasta para pensar en ella misma, sus reacciones espontáneas eran el producto recursivo de una secuencia de análisis convergentes cimentados en una falsa coyuntura que creaba para sentirse más humana. Era tan infame que para evitar comprender su genialidad decidía flagelarse y convertirse en una quimera presupuestada, de las mismas que en silencio odiaba cuando se sentía marginada por no saber quién era Fonseca.


¡Versículo parcialmente musicalizado por!

  • Queen - Under pressure
  • Fito Páez - DLG
  • The Cure - The same deep water as you



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